Tras radicarse definitivamente en París, entre los años 1985 y 2002, crea una serie de personajes-objetos que hacen referencia al mundo de las clínicas psiquiátricas y de los asilos de ancianos. Estas obras, exhibidas en diferentes exposiciones intituladas «Desafinados», se articulan en torno a nociones que revelan la fragilidad de la condición humana.
Paralelamente, a partir de los años noventa, realiza esculturas en resina poliuretano cercanas al mundo del cómic en las que deja asomar humor e ironía. Estos trabajos son editados y distribuidos a nivel internacional.
En el año 2016, el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa de Rosario presenta una retrospectiva de su obra «Cómics», bajo el auspicio del Instituto Francés y de la Alianza Francesa de Rosario.